Entre los días 6, 7 y 8 de febrero de 1937, miles de refugiados que se habían ido concentrando en Málaga empujados por el avance de las tropas de Queipo de Llano, emprendieron una huida desesperada por la carretera de Málaga a Almería bajo las bombas de la aviación italo-germana, los obuses de los cruceros Baleares, Canarias y Almirante Cervera, los disparos de las tanquetas y los bombardeos de la aviación de los camisas negras italianos. Y finalmente de la Legión Cóndor nazi.
Se ejecutaba, así, el primer ataque de un ejército moderno contra la población civil indefensa, un hecho inédito que desgraciadamente se repetiría unos meses después sobre Guernica y Nankin (China). Unos años más tarde en toda Europa.
Las causas de esa huida desesperada y caótica por el embudo de la carretera hay que buscarlas en la estrategia de pánico utilizada por las tropas sublevadas. Las aterradoras amenazas de Queipo de Llano por la radio, los desmanes de las tropas marroquíes y la sensación de desprotección que se extendió entre la población tras el abandono de Málaga por los dirigentes políticos y militares, generaron una psicosis colectiva que empujó hacia la huida masiva.
Como consecuencia de todo ello, la carretera se convirtió en una enorme trampa donde se agolparon familias enteras que arrastraban los enseres que podían cargar y que fueron abandonando a medida que el hambre, las heridas y la fatiga lo fueron exigiendo. Se calcula que la suma total de refugiados alcanzaron los 300.000, de los que entre 5.000 y 15.000 personas murieron en la carretera, niños, ancianos y mujeres en su mayoría. Otros 8.000 fueron fusilados en los 6 meses posteriores en la ciudad de Málaga y otros miles en el conjunto de las poblaciones a medida que el Ejército sublevado las fue ocupando.
Unos días después comienzan a llegar los refuerzos solicitados: la 6ª Brigada Mixta al mando de Gallo y dos batallones de la XIII Brigada Internacional estabilizando el frente y protegiendo la retaguardia de los refugiados. Con ellos viene una unidad móvil experimental de transfusiones a cargo del Doctor Norman Bethune que recoge a niños y ancianos y documenta para la historia lo sucedido gracias a las fotografías de su ayudante, Hazen Sise en el librito “EL crimen de la Carretera Málaga Almería”.
Finalmente, al menos 56.000 personas (censo oficial de refugiados) lograron llegar a la ciudad de Almería. Otros miles quedaron sin censar en poblaciones menores o siguieron caminando hacia Alicante, Valencia o Barcelona.
Pese a la magnitud del crimen, La Desbandá ha permanecido largamente callada, escondida tan solo en la memoria de quienes la padecieron.
Desde el año 2005, las asociaciones memorialistas realizan durante los meses de enero y febrero diferentes actos para la difusión y el conocimiento de estos hechos, y desde 2017, se realiza la marcha integral que recorre la costa de Málaga, Granada y Almería.
“Unas reflexiones finales ante una inquietante y legítima pregunta: ¿valió la pena este éxodo con su terrible costo humano? Y nuestra respuesta es categórica: sí, valió y valdrá siempre como testimonio de la dignidad y grandeza moral de los más de cien mil malagueños que arrostraron el hambre y el frío y la muerte por cielo, mar y tierra antes que vivir de rodillas. Y valió la pena también como un acta de acusación contra el terror y el crimen fascista que se multiplicaría poco después en Málaga con la represión implacable que sufrieron entre tantas gentes dignas, muchos que no quisieron o no pudieron salir”
Adolfo Sánchez Vázquez, filósofo, superviviente de La Desbandá 1937
En 2005, en la costa entre Málaga y Almería, nace un movimiento memorialista y reivindicativo con el objetivo de sacar de la tumba del olvido la memoria de las víctimas de la carretera de la muerte N-340, víctimas de la represión franquista, del que posiblemente sea el capítulo más cruento de toda la guerra de España, en febrero de 1937 ante la inminente caída de Málaga en manos fascistas, miles de andaluces que se habían refugiado allí, iniciaron el camino hacia zona republicana que se encontraba en Almería, este acto fue conocido como la “huida” y más popularmente se le conoce como la Desbandá.
Estos actos reivindicativos siguen manteniéndose en la actualidad en lo que conocemos como marchas memorialistas, que por estar muy localizados en Málaga, Vélez Málaga y la Costa Tropical Almuñécar, Salobreña y Motril, la capacidad de visibilidad o de difusión es muy limitada. Motivo por el que en el 80 aniversario, organizaciones memorialistas de la costa entre Málaga y Almería junto con la FAM, se organiza la primera marcha integral Málaga-Granada-Almería, siendo el origen de la creación primero del Club Senderista la Desbandá y posteriormente de la Asociación Socio Cultural y Club Senderista la Desbandá
Etapa. Adra-El Ejido
Hoy 13 de febrero, salimos de Adra en dirección a el Ejido, manteniendo el número de algo más de 100 participantes; la salida la hacemos por la famosa alameda de plátanos de sombra, inmortalizada en una foto de Hazen Size, uno de los compañeros de Norman Bethune que fue quien realizó las fotos de la Desbandá. En la foto que acompaña a este texto, vemos la antigua foto de 1937 con los peligrosos rojos armados de cañas de azúcar a los que había que seguir bombardeando y junto a esa foto, la nuestra esta mañana pasando casi por el mismo sitio, pero por un lateral de la carretera, ya que por el centro pasa ahora bastante circulación. Hay que volver a recordar que, los extensísimos sembrados de caña de azúcar, presentes en toda la costa mediterránea de entonces, fue lo que permitió sobrevivir a miles de personas que iban sin nada que comer.
Pasando Adra, recorremos ya kilómetros de invernaderos pegados a la playa, con la indignación de la mayoría de l@s marchistas cada vez que veíamos montañas de residuos de plásticos, ya usados y rotos, amontonados en escombreras que hay entre invernaderos. Para llegar a Balanegra, el primer municipio que linda con Adra, tenemos que atravesar más de 2 Km de playa, cubierta de chinos y guijarros, que nos produce bastante cansancio; hasta el perro que lleva un compañero en la marcha se ha agotado; lo peor es que un compañero, Jorge, ya con sus 69 añitos se ha caído y se hizo una pequeña herida en la pierna por donde empezó a sangrar mucho; finalmente, lo hemos curado bien y ha quedado el caso en un pequeño susto.
De Balanegra, que es un pequeño municipio, nos impresiona el nombre. No hay constancia oficial de donde procede, pero Antonio López, un compañero de la zona nos cuenta la versión más popular. Resulta que un cabrero de la zona, cuando aquello no era ni pueblo, y que llevaba al ganado por la zona, repetía habitualmente: Ahí va la negra, refiriéndose a un animal, y el dicho se hizo popular para nombrar el lugar, solo hay que cambiar la v por la b y juntar las letras. Yo me creo la versión porque en Málaga, la zona del final del paseo marítimo de poniente, antes de la desembocadura del Guadalhorce, se llama oficialmente Sacaba Beach. Este era un nombre, que en mi juventud me resultaba enigmático; luego me enteré que el origen del nombre era: se acaba la playa (porque empezaba la desembocadura del río); en Málaga se acaba es sacaba y por alguna razón, que en Málaga no es novedoso, se le añadió el final en inglés, Beach, en vez de playa.
Pero el momento más interesante de la marcha ha sido al llegar a Balerma, que ya es una pedanía de el Ejido, pero que tiene mucha más antigüedad como núcleo urbano. El municipio original de la zona era Dalías al que pertenecían Balerma y el Ejido. En los años 30, el Ejido no era nada, y todavía en los años 50, su población no llegaba a 3.000 personas. Sólo a partir de 1961, cuando empezaron los primeros cultivos de enarenado bajo plástico, empezó a crecer la población, constituyéndose como municipio en 1981. Un hombre de Balerma, nos recibe a la entrada con un grupo de personas que han venido a animarnos y a felicitarnos, pero él quiere contar su historia. Se llama Jesús “el de la cripta”, lo que quiere decir que a su madre le decían “la cripta” y él es su hijo.
Su historia es muy sencilla, cuando pasó la Desbandá por Balerma, su madre acogió en su casa a una familia que iba con 6 hijos, con la particularidad que estuvieron allí acogidos, no un día ni dos, sino un año entero. Lógicamente, la familia malagueña estuvo agradecida toda la vida, y más adelante se crearon vínculos de amistad entre las dos familias; pero también nos cuenta que en Balanegra, unos propietarios mataron a tiros a 4 personas que venían en la Desbandá porque le habían robado una perdiz; los mataron y los dejaron en una cañada con unas piedras por encima para taparlos. Siguiendo la marcha, el compañero Antonio López que es de Balerma me cuenta que “la Cripta”, que se llamaba Rosalía, era una mujer inmensa, enorme, de ahí el mote, pero que lo más enorme que tenía era el corazón; siempre ayudaba a todo el mundo y su casa siempre estaba abierta para quien lo necesitara; siempre alegre, siempre dispuesta, todo el mundo la quería.
Su marido era Frasco “el Montellino”, aunque el mote de él no me lo han contado; “el Montellino”, que al contrario que su mujer era un hombre delgado, fue el principal organizador de reparto de alimentos en el pueblo en el periodo de la guerra; su lema es que no se podía tolerar que nadie pasara hambre cuando a otros le sobraba, de manera que se garantizó la alimentación de todo el pueblo a través de un sistema de reparto. Balerma fue uno de los muchos pueblos en Andalucía, me estoy acordando de Tebas en Málaga, que se renombraron por los vecinos de otros pueblos como Rusia la Chica, por su ejemplo de aplicación de medidas igualitarias en los años que duró la República.
En el Ejido nos alojamos en el IES Santo Domingo, donde nuestros cocineros que tienen varias estrellas Michelin en comida popular nos preparan el almuerzo en una explanada, donde podemos dormir en la cancha deportiva y además usar el Salón de Actos para un concierto que nos da la cantante Sensi Falan a las 7 de la tarde. El concierto se llama “Más allá de la Memoria” y se subtitula “Canto al exilio republicano”; ella canta y toca la guitarra y está acompañada por Carlos, otro guitarrista y una compañera que va proyectando imágenes de época que ilustran y acompañan las canciones de Sensi; ella tiene una bellísima y potente voz, un gran talento musical y sobre todo una gran conciencia de clase e identidad antifascista. Nacida en la Chanca de Almería, que fue el barrio más pobre, se enorgullece de su origen de las luchas de su barrio y está siempre dispuestas a colaborar en causas como la de la Desbandá. Ahora sabéis por qué no la conocéis, y es que los artistas e intelectuales que choquen en su arte contra los intereses de las clases dominantes son silenciados e ignorados en el modelo de democracia capitalista que disfrutamos.
El concierto ha sido inenarrable, junto a las canciones habituales republicanas como Santa Bárbara, Ay Carmela, Si me quieres escribir, La patria son mis hermanos, etc, ha cantado también a Machado en la versión de Serrat, Se hace camino al andar, verso a verso, golpe a golpe, o Mediterráneo. Otras canciones basadas en poesías de exiliad@s, o en referentes como María Teresa León, no podíamos tararearlas acompañándola, pero si la hemos disfrutado por su letra, por la música y por su voz. Este concierto, como acto de la Desbandá, ha sido uno de esos momentos que se recuerdan toda la vida; mucha gente ha llorado y la canción recordando a Antonio Machado, caminante no hay camino, que la hemos cantado tod@s junt@s fue uno de los momentos más emotivos.
Pero no sólo nos han cantado, también nos han contado; el guitarrista, Carlos, vecino de el Ejido, refiere que sus bisabuelos también vieron pasar la Desbandá y para ayudar a la gente que iba en las últimas hicieron un gran caldero de migas; mucha gente comió y agradeció aquellas migas; uno de ellos llegó en su huida hasta Francia y al final de la segunda guerra se quedó instalado allí. Al tiempo, el Abuelo de Carlos, hijo de quien había hecho las migas emigró a Francia, como tanto otros a trabajar, con la suerte de que el hombre que había comido migas y al que encontró en Francia le ofertó trabajo, porque seguía agradeciendo aquellas migas.
Extracto de las crónicas del compañero Manolo Teniente, las encontraréis en nuestra página web de la Desbandá
Etapa. El Ejido-Roquetas-Vicar
Sin embargo, en esta ocasión hemos aceptado el ofrecimiento del Consejo Escolar del IES Santo Domingo, de pernoctar en su Instituto, que no depende del Ayuntamiento sino de la Junta de Andalucía.
Al salir, después del desayuno, el director del Instituto nos ha explicado que él y también tuvo familia en la Desbandá y que es muy importante que la Memoria no muera y le pasemos el testigo, con el esfuerzo de todos, también de los enseñantes, a la juventud.
Ya marchando, reflexiono sobre uno de los temas que salió ayer en la Conferencia del profesor Francisco Jesús Martín, sobre los enterramientos que pudiesen haber en la Carretera de la Muerte; el profesor lo tenía muy claro, y además con mucha lógica, en la carretera no se enterraba a nadie; la gente seguía huyendo y los muertos quedaban atrás, no podemos recuperar sus huesos, como l@s asesinad@s en cunetas y en fosas comunes. Esto lo digo yo, fueron seguramente comidos por perros, buitres y otros carroñeros; son ya, polvo de estrellas que nos acompañan en nuestra marcha y nos alientan con sus energías.
En nuestra marcha de hoy no vemos plásticos; el recorrido, básicamente transcurre entre el Paraje Natural, Puntas Entinas-Sabinar y después todo el paseo marítimo de Roquetas y Aguadulce, unos 18 km en total. El paraje natural es precioso con lagunas, patos, flamencos rosas… pero también unos aguerridos mosquitos que nos hacen acelerar el paso.
Ya en el paseo, es cuando interconectamos con las gentes, y quiero reproducir el texto escrito del encuentro vivido por uno de los compañeros de la marcha; el, se llama Miguel Verdugo, que se reivindica como catalán, con lugar de nacimiento en Málaga, el texto dice así:
Para mí, hoy, la nota más emotiva de la jornada, no la he recogido en imagen o sonido. La he “sufrido” en vivo y en primera persona.
Camino a corta distancia tras el grupo, por delante y a pocos pasos de Gregorio; me para una señora mayor y me pregunta: ¿y esto que es?; Me paro y le contesto, esto es una marcha en… de Málaga a Almería por la carretera de la muerte, la Desbandá, y seguido le pregunto ¿sabe usted de que le hablo? De haber llevado gafas me habría dado cuenta que estaba llorando, su respuesta me partió: Claro que lo sé chiquillo, como no lo voy a saber. Sollozaba, pasé mi mano por su hombro, no supe más que hacer. Me dijo entonces: seguir…seguir adelante, ya llegáis. Me alejé de ella y me salió un ¡¡Salud y República!!, no sé por qué, pero así fue; tocaba un abrazo, pero… Me uní a Gregorio que estaba cumpliendo su cometido como banderín de cola o de “escoba” en el argot senderista. Que conste también, ella era mayor pero muy guapa. Y yo también lloré.
Hay más anécdotas que van viviendo cada compañer@. Dos compañeras buscaron un bar donde pudieran usar el WC; el camarero les preguntó si iban de excursión, ellas contestaron que no, que venían con la marcha de La Desbandá. ¿entonces ustedes sois de la República? Preguntó el hombre; nuestras compañeras, sacando pecho y dispuestas a afrontar las consecuencias dijeron que si, que eran republicanas. El hombre se llenó de alegría, sacó de su cartera el carnet del Partido Comunista y les dijo que el también, que estaba orgulloso de la gente que estaba haciendo la Desbandá y que si le podían vender una camiseta; además les regaló un tomate que por el tamaño debería pesar 1 kg y que luego nos comimos de aperitivo en el almuerzo.
Entre Roquetas y Aguadulce hay un humedal que llaman Las Salinas, a la entrada de esta nos esperan cuatro mujeres y un hombre caracterizados como integrantes de la Debandá en 1937. Van con hatillos o maletas de cartón de la época, ropa antigua y hasta un niño de pecho. Después de andar con nosotr@s varios km, y ya en el casco urbano de Aguadulce, nos recitan una poesía animándonos en nuestra lucha, son concejales o militantes de la oposición de izquierda en Roquetas.
Por la tarde seguimos con las actividades culturales, a las 18:30 asistimos en Vícar a la presentación de un libro sobre la historia del anarquismo en Almería y a las 20:00, en Roquetas, una conferencia sobre «Auge y normalización de los fascismos en las redes sociales y medios de comunicación».
Extracto de las crónicas del compañero Manolo Teniente, las encontraréis en nuestra página web de la Desbandá
Etapa. Vicar-Almeria
Este sábado 15 de febrero, con etapa final en Almería, es nuestro último día de marcha. Es corta, unos 16 Km, fácil y la más festiva; hay un sentimiento ambivalente, de alegría por acabar la marcha y haber realizado un esfuerzo y un trabajo colectivo, que consideramos positivo para sacar a las víctimas del franquismo del olvido, pero también de romper el halo mágico que nos ha unido en el esfuerzo de la marcha y en la fraternidad compartida; la gran mayoría acaba con las ganas y la ilusión de repetir y estar en la próxima V Marcha, aunque, luego, la vida decidirá.
En la salida de Aguadulce se nos suman más compañeros, de Almería, de Granada, de Málaga, que han venido a hacer la última etapa con nosotros. La columna avanza por la antigua carretera en un día precioso, con el mar omnipresente y Almería a la vista. Quienes hacen la marcha por primera vez se sorprenden de la cálida acogida que nos hacen la gente en Aguadulce, en el trayecto urbano; había un prejuicio sobre la hostilidad que presumiblemente íbamos a encontrar en las zonas de Almería donde la derecha tiene mayor influencia política, pero no es eso lo que encontramos en la calle; para romper esquemas, basta con citar el recibimiento a nuestra entrada de ayer en Roquetas; eran los concejales de Izquierda Unida y gente de izquierda quienes nos salieron al paso para saludarnos; pero también se acercó un concejal de VOX, y se acercó a hablar con uno de nuestros compañeros que van como monitores de la marcha; le dijo, que, sin compartir nuestras ideas, y considerando que era un error “abrir las heridas del pasado”, admiraba lo que estábamos haciendo y nos felicitaba por ello; los concejales de izquierda que estaban presente nos ratificaron que era concejal de VOX. Pero más allá de la anécdota nuestra marcha también ha sido gratificante por el calor popular que hemos ido sintiendo. Efectivamente hemos tenido gritos, de “Viva España” y “Arriba España” que eran como lanzarte en la cara que somos la “antiespaña”; por supuesto muchos “Viva Franco” y bastantes menos “Abascal”. Pero con mucha diferencia, eran más los gritos de ánimo, los puños que nos saludaban y los “Viva la República”. Entre las anécdotas de las muestras públicas de apoyo o rechazo quiero destacar dos, la primera, la de un camarero que estaba fregando, en un paseo marítimo, el espacio entre la barra, y las mesas puestas al otro lado de la acera, espacio por donde la marcha iba a pasar; cuando nos vio llegar, quizá porque no identificó bien las banderas, nos gritó “Arriba España”, pero cuando ya estuvimos muy cerca de él y vio del palo que íbamos, no tuvo ningún problema en gritar “Arriba los pobres de la Tierra”. La otra anécdota, casi de película fue cuando atravesamos, en fila india, un camino colgado de un acantilado que casi caía en vertical hacia el mar; abajo un pequeño puerto deportivo que se habría al mar en paralelo a la montaña; cuando estábamos pasando un pequeño yate, con unas 6 personas a bordo, al vernos, empezaron a cantar el “cara al sol”, el himno fascista de la Falange; la parte de la columna que íbamos por encima de ellos, acallamos el himno, cantando el himno de la marcha, “Carretera de Almería” con música del “Santa Bárbara bendita”. A estas gentes si la consideramos auténticos fascistas defensores de sus privilegios de clase, y no a otros, trabajadores, que nos habían lanzado el “Viva España” como un puñetazo, y que los considerábamos como víctimas de la ignorancia y la hegemonía de la propaganda dominante.
La IV marcha de la Desbandá ha sido un éxito en calidad, en cuanto organización y, en cantidad en cuanto ha sido la más numerosa de las 4. Pero precisando, de lo que estamos más satisfechos, es del avance en conciencia ecológica; por primera vez hemos prescindidos de los vasos y platos de plástico desechables y hemos llevado reutilizables; después de cada desayuno, comida y cena, en un barreño de agua jabonosa y en otro de agua limpia, cada persona lavaba sus platos y cubiertos, que se volverían a utilizar en la siguiente comida. También el avance en la conciencia del trabajo colectivo y feminista. Se ha pasado a considerar que la infraestructura organizativa no debía ser esfuerzo de unos pocos, sino colectiva, así, por ejemplo, la carga y descarga de maletas en la furgoneta de apoyo que llevamos, fue asumida en grupo mientras que en años anteriores todo el trabajo se lo cargaba prácticamente una persona. También, la figura del abanderado, la persona que junto al guía marca el paso de la marcha al comienzo de esta, con la bandera republicana, y que siempre era un hombre ha pasado a ser una tarea compartida de mujeres. Por supuesto nos queda camino por recorrer en la mejora de la marcha, pero al igual que avanzamos paso a paso en la carretera física, tenemos la voluntad de avanzar en la carretera imaginaria de la igualdad.
La entrada en Almería es especialmente emotiva, nos esperan más compañeros, con los que sumamos un grupo de entre 400 y 500 personas con los que nos manifestamos por el centro histórico de Almería con la extraordinaria aportación de la Banda de Música Republicana que cada año nos recibe y nos acompaña en la última manifestación desde la entrada de Almería hasta el monumento a los ciudadanos almerienses asesinados en Mathausen. El despliegue de policía de acompañamiento en la manifestación nos ha sorprendido; han ido cortando el tráfico por donde pasábamos facilitando enormemente el desarrollo de la manifestación, lo que achacamos a una mayor visibilidad mediática de la marcha. Como también nos ha sorprendido (y seguimos sin comprender) que, en carretera, la Guardia Civil nos haya ignorado completamente; ciertamente, nuestra autoorganización y disciplina de marcha por carretera, no hacía necesaria su presencia, pero habitualmente, en años anteriores nos acompañaba en tramos difíciles, y en cruces de carreteras en prevención de accidentes; y esto ha ocurrido justamente cuando hace poco tomó posesión como Directora de la Guardia Civil una dirigente del PSOE de Málaga, que habitualmente ha participado en las jornadas inaugurales de salida de la marcha de la Desbandá en su primera etapa de Málaga.
El acto de cierre de la Marcha en el monumento de Mathausen, cuenta con la intervención del presidente de la Asociación de la Desbandá, del dirigente estatal de Memoria Histórica del PCE y de un dirigente del PSOE, miembro del colectivo de la Desbandá de Almería, y especialmente de la intervención de Carmen, mujer de 92 años, que fue niña de la Desbandá, que salvó la vida por negarse a ir a por agua porque estaba muy cansada, y que perdió dos hermanos que si accedieron a ir por agua y a los cuales les cayó una bomba junto a un grupo que estaban en la cola y en la que murieron casi todos. La marcha acaba con la entrega, a todos los marchistas que han andado íntegramente las 10 jornadas, de la reproducción de una pequeña baliza de madera que indica, con una flecha con colores republicanos la dirección de Málaga y la de Almería. Otra baliza, grande, de un 1’20 metros de altura, ha ido siendo colocada a las entradas y salidas de las localidades donde los ayuntamientos han accedido a ello; nuestra aspiración es que la ruta de la Desbandá esté en un futuro perfectamente señalizada y puedan hacerla todas las personas que quieran en cualquier época del año.
Una vez acabada nuestra marcha, un grupo de unas 20 personas, también se acercarán a Madrid, el próximo fin de semana, a realizar la XIII marcha memorialista de la Batalla del Jarama, correspondiendo a la colaboración que la Asociación de Amigos de las Brigadas Internaciones tiene con la Desbandá y con la intención de seguir tejiendo vínculos entre las distintas organizaciones memorialistas del Estado, que luchan por la Verdad, la Justicia y la Reparación.
Algunos compañeros me han preguntado si yo era periodista o escritor. No, no lo soy; soy obrero electricista jubilado con 42 años cotizados a la Seguridad Social, pero como otros muchos trabajadoros, autodidacta a fuerza de querer comprender el mundo y tener herramientas teóricas de lucha contra la explotación y por la igualdad y el respeto a todos los seres humanos. Aunque eso, sí, orgulloso de tener un carnet de prensa de Mundo Obrero y haber publicado alguna vez, algún artículo en el periódico fundado por los comunistas españoles el 23 de agosto de 1.930.
Extracto de las crónicas del compañero Manolo Teniente, las encontraréis en nuestra página web de la Desbandá